viernes, 26 de febrero de 2010

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De 63 años de edad, ex vagabundo célebre por collages realizados durante el régimen de Ceausescu,

Galería de fotos: el arte de Ion Barladeanu

Los invitados fueron chic, el Burdeos se bebió con moderación elegante y la anfitriona fue debidamente glamorosa en un vestido de cóctel de color amarillo canario. Para un observador externo que lo hizo el pasado el signo privée velada en la puerta de la galería de Anne Villepoix jueves por la noche, le habría parecido la quintaesencia de la visión del arte parisino.

Sin embargo, eso hubiera sido dejar un factor crucial de la ecuación: el hombre cuyas creaciones la muchedumbre había venido a ver. En su sombrero de vaquero negro y cuello blanco prensado, Ion Barladeanu miraba cada centímetro del artista establecido como demostró invitados por la exposición. Pero hasta 2007 nadie había visto su trabajo, y hasta mediados de 2008 estaba viviendo en el basurero de un bloque de pisos de Bucarest.

Hoy, en la culminación de un sueño para un rumano que creció adorando a estrellas del cine galo y los tesoros de una Torre Eiffel en miniatura que una vez encontrado en una caja, Barladeanu a ver a su primera exposición francesa abierta al público en general.

Decenas de collages que creó con trozos de revistas descartados durante y después del régimen comunista de Nicolae Ceausescu están en venta desde hace más de € 1,000 (£ 895) cada uno. Ellos se consideran una política valiente y culturalmente irreverente.

Para los de 63 años de viejo artista, el viaje de las calles de Bucarest a las galerías de Europa ha concedido finalmente el reconocimiento. "Me siento como si hubiera vuelto a nacer", dijo, como algunos de los principales coleccionistas de Francia y de los curadores se empujaban para la posición para ver sus collages. "Ahora me siento como un príncipe. Un pobre puede convertirse en un príncipe. Pero se puede volver a ser un pobre también".

Barladeanu que debe permanecer estoica en el rostro de su repentina fama es tal vez sorprendente. En 1989, fue uno de los muchos rumanos cuya alegría a la caída de Ceausescu, se volvió a la frustración cuando el trabajo se secó. Para los próximos 20 años, vivía en un colchón en medio de bolsas de basura en la sala de la basura de un bloque de pisos, apartamentos, ganar dinero con trabajos y hacer collages en secreto.

Finalmente, en 2007, mostró Barladeanu sus collages a un artista que pasó a ser también el peinado a través de la basura. Sorprendido, el artista llama un propietario de la galería. A partir de ese momento, tenía los días contados Barladeanu en el vertedero. "De inmediato pensé que era algo muy importante, al menos para Rumania", dijo Dan Popescu, que se especializa en la galería H'Art los jóvenes, poco conocidos artistas contemporáneos. Estaban muy deterioradas, con los dientes y un rostro devastado por más de 60 inviernos rumanos, Barledeanu no era joven, y su anonimato no duraría mucho tiempo.

Dentro de seis meses, se le dio su primera exposición, un piso de su propia y un conjunto nuevo de prótesis dentales. En 2009, hizo su primer viaje al exterior y mostró algunos collages en la feria de arte de Basilea. Esta semana, hidromasaje en París, vio a la Torre Eiffel de verdad y almorzó con el actor y fan Angelina Jolie, en la ciudad para su próxima película.

Barledeanu describe a sí mismo como un "director" de sus propias películas y considera cada collage a ser una película en sí misma. Si bien muchos son alegres, otros son más oscuras, impregnada de humor negro y, a menudo centrada en el hombre que él llama su "gran temor". "Yo sabía que si él sabía de mi trabajo Ceausescu no podría dormir en paz en su tumba", dijo. "Si la gente se había enterado de mi trabajo que podría haber cortado mi cabeza ... Pero esta es mi venganza."

Muchos de los collages más explosivos se hicieron después de 1989, pero los que se hicieron durante el régimen de los colectores ya se han interesado. Antoine de Galbert de la fundación de La Maison Rouge de arte, dijo que aprecia "el riesgo que implica" en el trabajo Barledeanu, mientras que Jérôme neutres del Grand Palais de fondo, dijo el artista prestó los collages un atractivo único. "Por supuesto que es un aspecto de cuento de hadas con su trabajo, pero eso no es importante para mí. Lo que me gusta es que se ha librado de los círculos artísticos habituales y su trabajo es refrescante, como resultado," dijo.

Cualquiera que sea el mundo piensa, Barladeanu dice que seguirá trabajando independientemente. "Es como comer pastel o sándwiches. Cumple mí", dice en la jerga de Rumania su ágil. "Si yo fuera la reencarnación en otra vida yo todavía estaría haciendo collages, y si pudiera llevarlos a la luna, yo lo haría."

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